A lo lejos, hay un lago,
de cálidas aguas serenas,
donde un manantial muere
y otro comienza…
A lo lejos, hay un prado,
de flores de suaves aromas,
donde una primavera muere
y un verano comienza…
A lo lejos, hay un bosque,
de pinos, olmos y sauces,
donde una vida muere
y otras comienzan…
A lo lejos, hay una montaña,
de suaves lomas y cumbres escarpadas,
donde un horizonte muere
y otro comienza…
Mas mi camino
con ellos nunca tropieza…
Deseo que ése sea su destino,
pero me pierdo entre la niebla…
Amor mío,
señor,
llévame contigo,
a ese lugar, ese claro lugar,
que mi alma tanto anhela…