No puedo,
lo intento, pero no.
Mi mente se llena de dudas
y no soporto tu ausencia…
Nuestro nido,
que antes era hermoso y acogedor,
se me antoja enorme
y frío..tan frío..
Recuerdo cuando reíamos,
cuando hablábamos
de nuestra vida juntos,
de nuestros paseos de ancianos…
De quién se levantaría
con los llantos de nuestros hijos
en las noches más frías…
Y tu vacío me desborda,
me agota, me desespera,
me anula, me inunda los sentidos.
No puedo,
te quiero,
ojalá recuerdes todas las sonrisas,
como nuestros corazones
al unísono latían,
los abrazos y caricias,
y, olvidando las faltas y errores,
vuelvas conmigo…