Estás en las nubes,
en las gotas de rocío
que nacen antes del alba,
estás en todo lo mío,
me seduces
en cada movimiento
de las hojas suaves.
Amo todo lo que tocas,
y lo odio con frenesí,
por mis celos,
por estar más cerca de ti
que yo,
que mi cuerpo,
que mis ojos,
que mi anhelante boca.
Te anhelo,
te extraño,
te echo de menos…
Tan diferentes
y todo lo mismo,
por mucho que lo grite,
no puedes escucharme,
no me ayuda,
no me acerca
más a tus besos,
sólo me recuerda,
sólo me obliga a desvanecerme
en tu presencia
en aquel laberinto,
donde, por vez primera,
tus labios atravesaron los míos,
donde nos unimos
en un abrazo infinito…
Y como nuestros únicos testigos,
las infinitas estrellas.
Nunca se olvida el primer beso con el ser que amamos… si, lo recuerdo bastante como si fuera ayer.
Quizá sus besos siguen siendo como los de ayer… besos rojos y dulces.
Bonitas las imágenes.
Gracias Marcela, y sí, el primer beso es rojo, se marca a fuego en la memoria 🙂
el primer beso hace más insoportable el último
Amo todo lo que tocas,
y lo odio con frenesí,
por mis celos,
por estar más cerca de ti
que yo,
que mi cuerpo,
que mis ojos,
que mi anhelante boca.
Me han encantado esos versos, un saludo kiram.
Vitt, no tiene porque haber un último, y si lo hubiera, hay muchos que disfrutar hasta que llegue 🙂
Manuel, me alegro de que te guste 🙂 Un saludo!
Yo di mi primer beso en un cine. Nos besamos durante toda la película con tal intensidad que al llegar a casa me dolían los labios.
Mi primer beso no tiene nada de memorable, qué decepción. Pero algunos de los últimos… mmm…
😀 En el poema me refería al primer beso de una relación, no al primero, primero 😀 EL mío fue horrible!
El primer beso es espantoso(al menos lo fue para mí, y eso que tenía 15 años), pero el primer beso de una relación y la seducción en los primeros encuentros es maravilloso, es la magia.Bello poema.Abrazo.
Gracias Muchas 😛 Es eso… el primer beso es MAGIA 😀
En cuanto al primer beso que damos… en mi caso lo hice con nerviosismo, como si fuera un pecado, escondida en el zaguán de mi casa a oscuras (a los 14 años)… fue inexperto, intenso y breve. Fue un pecado tan dulce que hasta la fecha sigo cayendo en él esperando que se borre ese pecado de mis labios 😉