No fui consciente,
durante años no supe que formabas parte de mí,
como yo formaba parte de ti,
estábamos atados, irremediablemente.
No pude, por mucho que lo intentara,
sacarte de esta mi vida,
sabiendo que de hacerlo ésta acabaría
tan pronto como me alejara.
Nunca quise dañarte,
observar tu cercana, sentida,
desesperada agonía
me mataba día a día,
sin saber qué hacer para consolarte
deseé que fueras feliz,
con otra persona, otra vida
que te obligara a olvidarte de mí.
Por supuesto, no defraudaste
aquellas esperanzas…
a ella la encontraste,
en tu desesperación, era una mañana clara,
un remanso de paz,
donde yo no tenía cabida para torturarte.
Mas no entendí mi reacción…
Ora reía, ora lloraba
odiando a los dioses píos que oyeron mi oración,
pues ya no eres mío como anhelaba
y en mi oscura desesperación
no logro entender porqué las líneas aún nos atan..
Por ello, amor, amigo,
no me guardes rencor por estas palabras…
Pues odio a aquél que llaman olvido,
que me va ganando día a día esta batalla…
Y ya que he de morir,
deja que sea tu recuerdo, tus susurros en mi oído,
los que me acunen hacia la nada.
solo si no lloras
Bufff, que duro.
Dice: Cuidado con lo que deseas porque podría cumplirse…
Animo.
Un besito
«Y ya que he de morir,
deja que sea tu recuerdo, tus susurros en mi oído,
los que me acunen hacia la nada.»
Me encanta el final… y el poema
Por cierto, colgué otro capítulo de tu historia sin tu permiso… espero que no te importe. Por cierto, es muy duro (no quita para que me guste)
Besos
http://eariandes.wordpress.com/2008/12/11/la-tormenta-un-dia-cualquiera/
Hola!!! Qué profundo poema, a veces es bueno cortar por lo sano y emprender algo nuevo hacia adelante…..
Tengo un nuevo lugarcito, y si queres pasa y comentame si te gusta dale?reflejosfemeninos.blogspot.com
Besisitos
Andrea.-
decoractual.blogspot.com
Eso es lo que ha ocurrido. Lo has enmarcado perfecto en tu poema.
Jamas podría llamarle amiga.
Un saludo, Ki y mucha suerte en ese frío.
OrdennegrO