Cuando las esperanzas se caen por el desagüe
y no hay quien se tire al agua helada
de cuchillos que se clavan por la espalda
porque no quiere, simplemente, verme ahogarme.
Cuando ya no quedan fuerzas, ni palabras,
que te convenzan de que es mejor quedarte.
Cuando ya no tengo nada,
sólo ganas de luchar para ganarte.
Deja que brote la rabia, revuélvete y lucha, pero no para ganarle sino para olvidarle y saca nuevas fuerzas para ganar a otro, o para que te ganen.
perfecto!
qué buena que es la foto. la tuve de fondo de pantalla todo el año pasado…
despojada del agonismo del poema, del otro como enemigo
La foto me encantó también, en cuanto la vi supe que era perfecta para el poema ^_^
Me alegra que los versos también te gustaran.
Un saludo
Exquisito poema. En esa encrucijada se encuentran muchas personas, que no saben, que no podemos poner nuestra vida en manos de otros. Porque el amor, así entendido, se convierte en moneda de cambio y la exigencia al otro, oculta nuestro valor para asumir la vida.
Nuestra dependencia en el amor o de cualquier índole, nos da una idea de nuestro grado de desarrollo personal-espiritual.
Besos Anaisay