La resaca le asaltó antes incluso de abrir los ojos. Ella seguía tendida, indiferente a la luz que entraba a raudales y que le hacía sentir en las mismísimas puertas del infierno. La ignoró y huyó por el pasillo, intentaba ser sigiloso, pero ponerse los pantalones según caminaba no era la mejor manera de irse sin hacer ruido.
Dio gracias a que ella tuviera el sueño profundo, o a que aún le durara la borrachera. Se fue con tanta prisa que se le olvidó ponerse los calzoncillos, otra vez. Pensó en volver atrás, pero nunca había sido bueno poniendo excusas, así que abrió la puerta de la entrada y se perdió en la ruidosa ciudad. Prometió no volver a mezclar vodka y tequila, era su propósito de todos los sábados. Los domingos llegaba a otras conclusiones, como ir al chino más cercano a comprarse un nuevo paquete de boxer.
entonces las mudas baratas traen suerte?
Suerte no sé, pero te dejan llegar a fin de mes, fijo. Imagínate perder cada fin de semana un par de boxer calvin klein..
Muy bueno, es un tono diferente al que me tienes acostumbrada y me encanta 🙂