El amanecer rompe en el horizonte, ella, con los zapatos de tacón de aguja en la mano, camina descalza por la arena fría. Él la observa desde la lejanía, deleitándose con el suave movimiento de sus caderas. El vestido cae por su propio peso, antes de que el viento se lo lleve, ella lo frena con el bolso, el mar parece acariciarla.
Es una pena que la playa de al Este, se ve fatal a contraluz con los prismáticos.
dónde se ponga la sensualidad de una sombra que se quiten los prismáticos.
El dilema de siempre: Erotismo vs Pornografía 😉
Que bueno apartar la frase del parrafo. Mi unica de duda es porque tenia que llevar zapatos de tacon de aguja, le da un toque oscuro que no aparece en el resto de la narracion.
Pues porque venía de marcha ^^, por eso el amanecer, el traje, el bolso y los zapatos.. De ahí el título
nunca llueve a gusto de todos 🙂