El espejo no me refleja,
no soy yo quien devuelve la mirada,
con ojos oscuros y tupidas pestañas,
es sólo una carcasa vieja.
Quién sabe donde acabaré mañana,
si cuando llegues estoy, o no,
si volví, si marché, si sigo en pijama.
Qué más dará, decirlo todo,
gritar al cielo sin decir nada,
hablar de usted, tratar de Don,
sonreir, o llorar, a sus espaldas.
Ahora me ves, y no me miras,
pues nunca tendrás la mente abierta
para dejar de pensar, moviéndote a ciegas,
disfrutar a cada segundo de la vida,
no puedes llevar el peso del mundo a cuestas.
Espero por tu bien, que cambie tu visión del mundo,
no pienses que me creo perfecta,
mas ahora tu espíritu es igual de profundo
que uno de esos charcos secándose en la acera.
Mejor ser valiente, inocente o incorrecta,
que ser un simple y triste producto
de lo que tú crees que, de ti, los demás esperan.
Abre los ojos y mira, es tu reflejo,
no se curará tu ceguera
hasta que dejes de mirarte al espejo.
Esto me suena a un metrosexual…¿me equivoco??? 🙂
Jajaja, podría ser, en general se refiere a todas aquellas personas que siempre critican a los demás, mientras se creen que son perfectas y maravillosas, que se miran en el espejo «orgullosas» de lo que ven, sin saber que es una imagen deformada de sí mismas…
xD
Fuerte varapalo… muy contundente
Chapeau! Genial poema donde se cruzan las miradas para llegar a una mordaz e inextricable sentencia: «Mejor ser valiente, inocente o incorrecta/que ser un simple y triste producto».
Me encanta lo que encierra esta frase donde se ven los dos polos opuestos…
Claro que ahí tenía que sonar Vetusta Morla, jajaja.
Salu2 !